sábado, 1 de enero de 2011

Dosmilonce

Por la mañana, antes reencontrarme con mi yo al despertar creo un escenario. Estás a mi lado, yo a tu derecha. El olor mañanero de la anatomía, envuelve el cuarto. Abro mis ojos. Sola. Acostada en el piso, con un dolor sobre mi hombro derecho, tal vez imaginario, inconsciente. Vuelvo a la obscuridad de los parpados. Tomas mi mano, la aprietas contra tu pecho, nace de mi un gemido, ¿que trate de decir?, no lo se. Abro mis ojos de nuevo, pixeles. Los cierro fuertemente y vuelvo a abrir de inmediato. Inexplicablemente, me encuentro junto a ti, con mi mano contra tu pecho. Siento el olor, veo tu respiración, escucho tu cara. Soñaba a la inversa.

1 comentario:

CC dijo...

Está excelente. Me gusta el concepto del sueño a la inversa. ¿Has leído La noche boca arriba de Cortazar? Y lo de los pixeles también, genial. Besos.