miércoles, 10 de febrero de 2010

De lunes a domingo

Siempre al salir, tomo una cantidad considerable del puñado de esa esperanza que me regalaste el lunes pasado. Esta vez salí de prisa, creí haberlo tomado. Caminé once cuadras hacia el parque. Cuando llegué a la banca de siempre a contarle historias a las mariposas, lo noté. No tenía ni una pizca de lo que recordaba haber tomado. Te llamé inmediatamente, dijiste que tenías un poco pero que se desmoronaba cuando cerrabas tus ojos.
¡Mantente despierto! dije desesperada. Iré hacia tu casa y te sacudiré hasta el último terrón de esperanza que te quede.

Al llegar, me esperabas afuera, cubierto de esperanza. Con un puñado de sueños y una bolsa de besos. Los cuales tomé y gasté dos en el momento. Los mejores. La esperanza pasa de tus labios a mis labios, pero nunca es suficiente para sobrevivir al final de lo acordado.

1 comentario:

lorogomo dijo...

buuu no encuentro ningun link para darle follow a tu blog!
como quiera ya lo puse en mi blog en mi listas de blogs para ver cuando actualizas =)=)=)